Mía que semos mindangos coñio, no
hemos salió d´una fiesta y ya´stamos en otra.
Ya llega carnaval y como tos los
años nos toca ifrazarnos, manque algunos ya lo hacen tol año, !te ves de cada
sayón por las calles!, en pleno invierno con la camisa manga corta y en
veranico la rebeca, manque sea en la siesta el día.
A mí eso de ifrazarme no es que
me guste muncho, pero da gusto ver a los mascarones mostrando lo que han llevao
oculto tó el año, si no ¿porque a tos los zanguangos humanos les da por
ifrazarse de jamona?, con esos peluscones en la caeza y en los sobacos, esas
faldas cortajinas y esos morros pintaos de colorao.
Que se lo pregunten al tío duende
Manolo que con lo que le va la marcha tuvo que lidiar un carnaval con una
“jaquetona” imponente.
Según cuenta se le acerco una “muchacha”
de mu buen ver, le calentó la oreja y lo que no es la oreja, se lo llevo a un
esquinazo de la calle el Calvario y cuando echo mano se encontró que tenia
manubrio y unos pelendengues más grandes que la caeza del Aulerio, que el
condenao tie más caeza cun puesto muñecos, !cucha! que lo contrataron de
caezudo en los pasacalles del carnaval con los gigantes pá ahorrarse unas
perrillas, con eso te lo digo tó.
Bueno pos el tiaco en cuestión era
monflorita, amos más mariquitón cun palomo cojo, mi duende tío pego el culo
a la pared y se lo encontró su mare tres horas más tarde más helao que una
llave y haciendo pucheros. A mi Manolo
lo tuvimos malo tó el invierno, le había caído tol helol de la noche encima y
no conto esta historia hasta que yo ya era mocico, mas que ná, pá que yo no
fiara de unas mamellas bien puestas, si no de un higo y no macoquico
precisamente, en su sitio.
Antes de ayel almedio día volvía
yo de entrabajar y m´encuentro a la duenda suegra que hubía echao mano del cofre
de la cámara y se hubía puesto encima tó lo que hubia encontrao, las enaguas de
mi yaya duenda, la boina del tataraguelo duende, mis botas catiuscas de coger
gambusinos, !tó entaratañao! y va y me suelta ¿!a que no me conoces!? con esa voz
de pitufo pitoafónico,
-Repijo no la voy a enconocer, si
tie la misma cara de estreñía que tó los días, anda y váyase al puesto de Pichote y cómprese una
careta por dos duros, manque cuando la vea le va a dar ná mas que la goma. Que
cuando nació le dijo el comadrón a su mare, si vuela es un morceguillo, !tía
petarda!.
Pos miavel siascaso el susto que
me pego la ejracia, que ganas tie de juerga y que pronto se le ha pasao el
dijusto de mi duende suegro. A ver si le sale un querindongo por ahí y me deja
tranquilo, coñio que mersa de tía.
Este año man propuesto a mí como duende tío
del higuico, pero a mí eso de ir con una vara con un higo colgando del hilo con
el refrior que hace pos va a ser que no, que yo lo respeto y tie guasa y la tradición
no se debería de perder nunca, pero a mí que quieren que les diga, el único
higuico macoquico que me gustaría coger pá carnaval es el de mi duenda, que ese
si se pué coger a dos manos y da más gustico. ¿No creen?.
EL DUENDE.
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