viernes, 30 de octubre de 2015

MAS VALE TIRAR DE CHULETA QUE DE UNA CARRETA



Antes de ayel  procedía a dar buena cuenta de mi almuerzo. Unas magricas con tomatico, siete lonchas de panceta, dos chorizos, tres salchichas y un par de güevos ¡coñio, lo que de toa la vida s´a llamao muerte marrano! me doy cuenta que me falta el pan, me levanto a la lacena y cuando vuelvo ya no´staban. Levanto las faldas de la mesa camilla, me voy pá la cocina, me subo a la cámara, me bajo, abro el portón y naide por la calle. Me tomo un vasico de leche y media docena de madalenas.



Ayer tres cuartos de lo mismo. Cuando me levante pá echar a la lumbre los chorizos me desapareció to de nuevo.  Comiendo se lo conté a mi duenda y me ice la mu jodia qu´estamos en vísperas de tosantos y que las animas ya´stán haciendo de las suyas. Pos escagarrizao me he pasao la noche en vela y pá un clis que m´echao ensueño que me perseguía un gorrino con un manojo d´acelgas en los morros.



 Esta mañana me colgao una ristra d´ajos, le cogio el crucifijo a mi duenda suegra del cabezal del catre, una herradura vieja del unicornio del tío Agustinazo, rezando el Jesusito de mi vida y con los chorizos, las salchichas y la panceta m´echo una procesión hasta la hornacha. Sin perder la vista del condumio y cuando me disponía a echarme el primer bocao me s´parece un visalmo, una aparición espelunnante, algo horroroso que ha hecho que me se desrizaran hasta los pelos del culo. Ice que se llamaba OMS y que venía a alvertirme de que comer carne era mu malo ¡si lo cuento no se lo creen! esto enjamas de los jamases me hubía pasao a mi ¡amos! comer pernil ¿malo? Malo es no podérselo comer ¡hasta ahí podíamos llegar! He cogió al espectro,  he sopao con él el güevo y ha desapareció chillando.

-¡Nooo gripe aviarrr, gripe aviarrr!



Ni en mis peores pesadillas podía haber imaginao que me s´iba  aparecer un fastanma de tal mannitú. Si mi bisagüelo levantara la caeza, aparte de darse un buen coscorrón con la tapa, le iba a cantar las cuarenta a este ser y a tos los que icen que comer carne es malo. Él que se metía entre pecho y espalda y en una sentá cuarenta pelotas, el cocido, la sopa y a la noche ropa vieja. Nos duro miles de años y fue a palmarla el día que se comió un arroz y pava y hervido pá cenar.



Si hiciéramos caso a to lo que nos icen no comeríamos de ná y entonces, si tendríamos razones pá morirnos.

EL DUENDE






martes, 22 de septiembre de 2015

TYPICAL JUMILLANISH




Ustes me darán la razón cuando les cuente lo que a to buen duende jumillano que se precie le pasa cuando sale fuera de nuestras fronteras. Ya te pues ir a Sebastopol ¡Por cierto! Ciudá fundá por el elfo Sebastián el “chanclas” hace un porrón d´años, cuando huyendo de su cuñá la hurona que no era capona, pero los daba bien gordos, llego al lugar y s´ajunto con la duenda Topolina. Una duenda terrateniente y tiniente, más sorda cun zapato metió en una olla y allí se dedico con un carromato a vender arrope, calabazate y miel de romero. 



¡Pos eso! que ya te pues ir a dar una vuelta a la fin del mundo que siempre oirás a tu espalda

-¡Uuuchaaa! Si este es del pueblo.

A lo que te das la vuelta y si enconoces al susodicho respondes.

-¡Acho, Juanico! ¿Tu tamién por aquí? po si que tas ido lejotas del pueblo. ¡A ver si no vas a saber volver atontolao!

Si te das la vuelta y no es Juanico, ni Pepico, ni enconoces al jodio duende que ta saludao, es ande hace acto de prisencia la licinciaria “Typical jumillanish” Pá eso mi duenda mare es el jugle personificao.

-¡Acho nene que tontaco etas! Este es el primo hermano del “Conicabra” ¡Acho si! El que dejo a la mujer por su vecina la pecosa, la que tenia mas lunares cun traje flamenca, la que al hijo lo tie entrabajando en Astraulia en la venta al por mayor de conejos ¡Por cierto, atiende! los mejores conejicos los Astraulianos ¿O eran los canguros conejeros? ¡No se!...

En estos casos te puen dar las uvas matutinas en reconocerlo, pero maldices la horica en la que ta saludao por la tabarra que t´esta dando la parienta, duenda suegra o mama.



Otras veces el que te saluda como si fuera tu propio pare, echándote el brazo por el hombro y dándote unos abrazos que te cruje hasta el espíritu, es aquel que´n el pueblo solo te levanta una ceja cuando pasas por su lao y a veces ni eso.

Lo de pidir el vínico jumillano o buscarlo en las lejas del chiringuito, bar, cantina, ristorante o cuchitril de turno, es otra de las cosicas c´acemos los güenos duendes jumillanos.  Y  siempre, siempre, nos preciamos de la cultura de nuestras palabricas y soltar chillando ¡Asín por las güenas! mirando al horizonte perdio, en una playa abarrota de duendes un ¡Eh tu, tonto la nona! Pos que nos hace muncha gracia. Mi duenda ice que lo de la nona no lo enconoce naide, pero lo de tonto si y que la merla que me puen soltar se pue cuchar en Santana la vieja un día de Romería.



Pos este año cogí un recotín de tres pares de narices. En la playa, cuando hacía más calor que follando ebajo un plástico negro en el sestero la tarde va y me ice mi duenda que quería hacer toles.

-¿Tole? ¡Tole, tole, que te pillo Manolillo! – Lo bastante que te saques una teta pá c´aparezca algún tontolaba del pueblo.

Y la puñetera con su tole, tole.

-¡Acho nene ejame! Si es pá un ratico ná más, que me se pongan morenicas.

Dos minutejos duro con el peretero al aire, se quedo torra, l´eche una toballa del Bob esponja por encima y escujao me fui a tomarme una cervecica fresquica al chiringuito.



Allí, un guiri de dos metros mas colorao que la bombilla dun puticlus me dio comensacion y me conto en un indioma, guachi, guachi, pero que entendí mu requetebién, que ya le hubían esfalijao en menos d´una semana cinco veces. A to esto y en el tercer sorbitón, diviso alrededor de mi duenda, dando mas güeltas cun manco remando y con la mala follica de levantarle la toballa, a un negro con mas morro c´una vaca haciendo la vespa y no me 
s´ocurrió otra cosa que invitar al rojancano a un par de tanques de cerveza y contarle mis inventas sospechas de c´aquel morrudo era el caco. En medio menuto d´un tirón se las bebió y se fue derechico pal moreno con la intención d´ejarlo más blanco que un llus enharinao. El fulano al ver lo que se le venía encima pego un blinco y salió pegándose patas en el culo con el Bob esponja de sombrero, ejando a mi duenda de nuevo con los pezoncicos al viento.



Nos fuimos pal güiscano/apartamento y lo primerico que hizo mi duenda fue mirarse las ercolini y exclamo con gran disilusion.

-¡Que rápido se va el moreno!

A lo que yo por lo bajini y descojonándome de la pasá dije.

-No lo sabes tú bien nenica ¡Más rápido que el quiqui un conejo! ¿O era un canguro Astrauliano? ¡No se!



EL DUENDE



miércoles, 20 de mayo de 2015

JODER NO JODEREMOS, PERO JODER QUE GANAS TENEMOS



¡Acho con los güevos en el galillo estoy! Atiende, no sé si s´acordaran que la incordio de mi duenda suegra hace cuatro largos años le dio por presentarse a ancaldesa, solo saco tres votos, el de mi duenda, el suyo propio y el d´algun desesperao de la vida, porque  teniendo en cuenta que yo no la vote y por aquellos tiempos mi duende tío Manolo estaba por los Benidores torrando habas, el tercero se lo tuvo que dar algún bausán hinchao a vino.  Pos ahora nos viene con el cuento de que se nos va a presentar otra vez, c´aquel voto le dio esperanzas y quie cambiar la fauna y flora que nos rodea ¡Manda cojones!


Sus contrincantes por aquellos entonces eran el duende chatico Casiano que´l pobretico nació sin napia, ¡coñio! con icir que´n una lluvia de gafas no cogería ni una lentilla. El elfo Agustinazo, al que tenias que mirar con un par de biodraminas en el cuerpo porque se movía más que´l labio un conejo. Y la duenda Petra castañuelas que tenía el pulso como pá robar panderetas. Pos como bien predije en aquella ocasión, esta última de chiripa salió de concejala de festejos, ella minma se montaba unas parrandas cuando le dabas unas chirranchas c´animaba al personal con solo ir a verla al ayuntamiento.


Este año son tamien tres patas pá un banco los que se presentan pá ancalde. El duende Acacio, que tie la gracia en un bostezo y la cara mas chupá que la pipa un indio. El blincaciecas del elfo Indalino, que tie menos ritmo c´una gotera y pegaloso como el solico. Y la malfario de la duenda Murfi , parientica del gafe aquel que icia aquello de ¡si algo pue salir mal, saldrá peor! con icir que´n sus descursos pregona que !s´esta muriendo gente que nunca antes se hubía muerto! Le van a pegar un riscazo que va a echar to el robín y le van a poner las alborgas de sombrero, si no al tiempo.


Pos aquí a la tarugo de mi duenda suegra en su campaña te la ves subia en el pilón de la plaza vestia de Manola, con zorongo y peineta incluida, revolicando al personal y chillando a los cuatro vientos ¡JODEMOS! que eso le viene de serie y es lo que mejor sabe hacer. Va pregonando que hay que joder y tocar los güevos a los d´arriba.  Yo nunca he sabio quien son los d´arriba, mi setica es tejavana y no tengo quien me pise, pero en la playa si teníamos unos vecinos tontos la nona con quince monicacos que daban un porculo que no veas, a lo mejor tie recuerdos de aquello, no sé, el caso es que los quiere joder. Yo es que como ven la política no es lo mío, que pienso que a la larga, de una manera u otra, tos terminan jodiendo la marrana. ¡Muncho tambor y poco redoble! como icia mi yaya duenda y manque yo soy más pesimista que el parientico de la duenda Murfi, a to hay que sacarle el lao güeno. Hace cuatro años el vecindario se quería camelar a mi duenda suegra por si salía d´ancaldesa y le traían perniles, quesos y morcillas, pos aquí el chache ya se cogió hace dos días una mañana entera pá desalojar l´alacena pá que nos quepa bien to lo que nos puedan regalar. Que si algo pue salir mal, lo mas pobrable es que salga como el culo, pero con una buena pata de marrano s´arreglan to los males.



EL DUENDE



viernes, 27 de marzo de 2015

UN BOMBO, UNA PANDERETA Y UNA ZAMBOMBA DE MADRUGÁ



Sentí por el vecindao díceres de qu´iban a enllegar munchismos duendes, elfos, fauna y flora de diferentes pueblos pá entocar el tambor. Aquí una tracamundana nos gusta más cal Pascualon un cortachuchas y yo como aun faltaba tiempo, pos me despreocupe del asunto.


Unos días antes de lo que llaman las jornadas de exaltación estaba yo tan tranquilo en mi güiscano, discansando de mi duro trabajo de latoso, como buen duende que soy y acordándome de la trastá qu´esa mañana le hubía hecho al panadero, que le di el cambiazo a  los güevos de los hornazos por pedruscos, cuando m´asoma mi duenda alborotá.

-Mia nene ¡mi mare, que ya trae el bombo!

Del regomello que m´entro me se quedaron las patas p´arriba en la mecedora y a la final di la vileta pegándome una morrá en to el suelo.  ¡Pos no me quedaba a mi otra c´aguantar a la cernacho preña! y antes de que la sangre enllegara al puente el pollo vi que la tía escapiraja enllevaba un bombo bombazo. Y con los morros rabisculaos le solté.

-¡Ay abanto melonero! ¿Ande va usted so sarmiento con el bombo? Pos no ve que me v´asustar al personal con esa cara enrobiná y esas  manos que paecen los pies de otro. Menua estampa !si tie menos ritmo cuna gotera!

A lo que la tía singracia me contesto.

-¡Cucha el serón! ¡Tú abedul, que ties la gracia en un bostezo! Como no t´acerques ya por el tambor te va a tocar silbar la palillera del Cristo.

¡Coñio el tambor! Pos con unas tontascas y otras me se hubía olvidao ir a encargárselo al Gaspar y cuando enllegue, solo le quedaba un matasuegras, un pito y una pandereta.


M´agencie la pandereta y con las cordoneras de los obois y las patas de una silla vieja que teníamos en la cámara m´ice un tamborcico de lo mas apañao. ¡Con pacencia y saliva se la metió un elefante a una hormiga! como icia mi yaya duenda y el sábado en la puerta de mi setica quedamos tos, menos mi duenda que ice que le dolía la chola.

L´abedul de mi duenda suegra con el bombo que paecia una plaza toros, mi duende tío Manolo con un tambor requetebonico de oro y plata fina, como los peines de la virgen, mi duende suegro tirao por los suelos escojonao de ver a la zaratán, la musicaora de la Chin Lu que no s´entera de los precios con una gaita y vestía de tuno y mi cuñaico el morenico con una bolsa del Duendedona ¡angelico mio!  que pensaba el pobretico que le iban a echar caramelos los capuruchos.


No fuimos dando el cante calle alante, dándole y dándole al tambor ¡yo a la pandereta! la Chin Lu tunera haciendo ziringonzas en el aire y mi tío duende Manolo cantando “que salga Usted, que la quiero ver bailar, saltar y blincar dar vueltas al aire, con lo bien que lo baila esa moza, ejala sola, sola que baile”.

¡Ca! Cuando enllegamos al barullo, ¡menua jarabanda hubía!, ni el cinema en sus güenos tiempos y entre el gentío divise al Pacualon con el tambor del detergente Colon colgao al pescuezo.

-¡Uchaaa! ¡Achooo!, Bausan ¿Que marcha me llevas? ¿Tú tamién t´as quedao sin tambor, verdad?
Enclavijao y pegándole sorbitones a la mocarrera me ice.

-¡Acho! con la fervora cuando enllegao cal Gaspar solo le quedaba un pito y un matasuegras y pos que me tenio qu´ir ca la yaya a ver lo que m´encontraba por allí.

El Pascualon y aquí el chache ¡tal para cual Pascual! como ice mi duenda.


Mi tío duende Manolo y yo nos apestillamos a la barra del bar y dimpues de siete litros, quince empanás y las gobanillas esfaratás, me fui con la música a otra parte.

Animaico como iba enllegue a mi setica con ganas de mas chin pun, chin pun, me metí en el catre y l´earrime el ardacho a mi duenda y la mu jodia, con toa la mala sombrica del mundo, saco un güevo duro y me lo escalfo en la frente iciendo.

-¡Pascual, Pascual, hoy no merendaras ni güevos ni tajas! ¡Ale! A dormir la mona que pá eso es domingo de panes.


¡Pá c´aluego digan que los istrumentos no son lo mío! Aquí el chache acabo en el retrete dándole de nuevo a la zambomba, con garraspera por el griterío, la pandereta colgando y el ruido de los tambores entoavia resonando en la melondra.

¡Si eso no es amor a la música que venga Roque Baños y que me lo cuente!

EL DUENDE







jueves, 29 de enero de 2015

VALGAME DIOS ¿A QUE NO ME CONOCES?




Hasta San Antón pascuas son y hasta San Blas si las quieres alargar y como San Blasico no ha llegao entoavia, yo no me puedo quedar con las ganicas de contar la pasá d´estas fiestas Navideñas tan entrañables y jodias.
La trajinanta de la mama duenda, qu´es mas burrancana que el tío elfo Macario que mato el burro a boinazos, hizo relleno pá un regimiento, las pelotas de mi duenda suegra tampoco es que tengan desperdicio pero la mama, es la mama, y aquí el chache que no se quea corto se comió una veintena d´una sentá.  Mi duenda ice que trenta y tres, ¡ella es mu exagera! pero ahora que lo ice la penúltima me se salía por la napia y la ultima por los baleos, o sea que to pué ser.


El caso es que dimpues de la panzá me dio un remorcico c´acabaron siendo los retortijones de la duenda del tío elfo Perico, que se tiro un mes, asín sin venir a cuento, pariendo coliflores por el ojete. Me metí en el catre y me quede sobao y a eso de las diez me llama mi duenda pá que baje a poner la mesa.

-Duenda mía como estoy ¡Veinte pinos voy a poner! –A las diez en la cama estés y si es antes mejor que dimpues.

-¡Chacho, huevón! Es que no t´acuerdas que es Nochegüena. Anda y levántate que ya´stamos tos.

-¿Tos? ¿Qué tos? ¿Pos no íbamos a estar solos con la mama?

Pá que preguntare si en esta seta mandan tos más que Pionono en el vaticano y a mí no se me tie en cuenta ná mas que pá entrabajar. El caso es que baje con un ojo entornao y el otro lagañoso, me senté en la mesa y lo que vi tenía menos desperdicio que las pelotas que me hubía comío horicas antes.

Al fondo mi duende suegro, que sá teñio el pelo más negro cun cerote y paecia qu´enllevaba encasquetas las pelucas de los pinipón. Enfrente la Chin Lu, con dos coletas empinás rosa fusforito, una diadema con una gata en celo que parpadeaba con luces y maullaba cuando se movía p´aquí y p´alla y un traje d´escocesa picarona. Al lao el guachico morenico de la cubana jaquetona cosio a lamparones. Ya lán salió las palas y si sigue asín lo van a contratar pá picar los billetes en la Renfe, ¡cucha! si no al tiempo.



En el centro, juaneandose y pá que se le viera bien estaba la meabonico de mi cuñá duenda con el mesmo abrigón de oso polar del año pasao, que bien le va a sacar el pringue, casta pá bañarse en el charco el zorro este verano se lo enllevo puesto.  Enfrente, espatarragao, el fastanma de mi cuñao  licinciandole a mi duende suegro como se llamaba el tinte que se hubía echao p´agenciarselo él, ¡que yo no sé donde coñio se lo va a echar!, como no sea en los pelos del culo porque, como ya he dicho munchas veces tie la perilla en la frente, ¡ni mas, ni menos! D´echo  las luces del gatico de la Chin Lu se le reflejaban en la cocorota y paécia que to el rato daba el intermitente pá girar a la derecha. Al lao su hija la Visalmo, Visi pá los amigos, este año sin ennoviajar, pero como siempre, con mas tonterías que´l mueble del comedor y mi otro sobrino que es más malo cun dolor de muelas esfalijando  la lumbre con mixtos peorros, con una chupa y tres pendientes en la oreja, uno en la napia y a to esto sin tomar ni aun la comunión.


El ovejo el Pascualón mas empanao que de costumbre y una bufanda que le tapaba toa la cara, el pecho y los tubillos.
L´abedul de mi duenda suegra a su lao, con el traje de manola peineta incluida, que dende que mi tío duende Manolo s´enmamoro d´ella vestía asín, en toas las grandes ocasiones se lo capuza y el susodicho haciendo pose con un trabuco que se trajo de su viaje a las Yeclas y un sombrero vaquero a lo Clin Isgus que el sabrá porque lo llevaba.
                               



La mama con un mandil d´esos que llevan las tetas dibujas y hasta el chumino con pelambrera y el papa, ¡Ay mi papa! Eso era pá verlo no pá contarlo. Cuando mi mama me dijo qu´estaba pitopausico y que le hubía dao por ecuchar a la Camela no m´imaginaba yo esto. ¡El papa era un cuadro astracto, no sabría por ande empezar! El pelo apermanentao a lo afro-disio, que fue  un tonteras al que le dijeron, ¡mete los deos al enchufe Afrodisio  y veras que bonico quedas! y asín se quedo, chumarrasqueao pero con un pelo envidiable. ¡Ca! El rumboso del papa con  la barba chivo y el bigotón como los zagaluchos modelnos de ahora, gafas de sol de aviador, el traje de Elvis con un gorrico de papa Noel en lo alto arriba el pelo y los zapatos de chúpame la punta… eso era un poema.



Mire a mi duenda que m´estaba ejando una manzanilla con cara de no saber si cantar la marimorena o una samba carnavalesca y la pobretica se encogió de hombros. Salí de mi pasmo cuando al papa le dio por espuntar.

-Tú, la querindonga de mi cosuegro !chacha! que digo yo que estas mu pajiza que eso va a ser que no cagas.

Mi mama vino con su mandil fasion y le soltó un manotazo que se le cayeron las gafas de aviador encima de una gamba cabezona, que paecia una guiri tomando el sol en los Benidores.

-¡Pos no ves que es china capuchina so melón! Tu sí que ties que cagar a ver si se te pasa la tontasca. ¡Ay camelón! Que me ties aburría con la camela de los huevos, ¿qué te habrá dao a ti pá ecuchar a la Camela? ¡Será que son bonicas las canciones! to el día con el ensueño contigo en la boca, tanto ensoñar y ensoñar, que ande este el Nino bravo y el Camilo sesto que se quiten toas las camelas d´en medio.


Mi sobrino el macarra que llevaba un móvil virlao le dio por poner rumbas y al son de los Chunguitos se levanto toa la mesa a bailar y a mí que la manzanilla ya m´estaba haciendo efecto me dio por tirarme buenos y sonoros peancanos y entre risa y risa tos pasamos la nochegüena mas güena de las que recuerdo.


Pero entoavia me pregunto si ¿Realmente era mi familia, me la hubían cambiao o, era to un ensueño de los Serrano?

EL DUENDE