jueves, 29 de enero de 2015

VALGAME DIOS ¿A QUE NO ME CONOCES?




Hasta San Antón pascuas son y hasta San Blas si las quieres alargar y como San Blasico no ha llegao entoavia, yo no me puedo quedar con las ganicas de contar la pasá d´estas fiestas Navideñas tan entrañables y jodias.
La trajinanta de la mama duenda, qu´es mas burrancana que el tío elfo Macario que mato el burro a boinazos, hizo relleno pá un regimiento, las pelotas de mi duenda suegra tampoco es que tengan desperdicio pero la mama, es la mama, y aquí el chache que no se quea corto se comió una veintena d´una sentá.  Mi duenda ice que trenta y tres, ¡ella es mu exagera! pero ahora que lo ice la penúltima me se salía por la napia y la ultima por los baleos, o sea que to pué ser.


El caso es que dimpues de la panzá me dio un remorcico c´acabaron siendo los retortijones de la duenda del tío elfo Perico, que se tiro un mes, asín sin venir a cuento, pariendo coliflores por el ojete. Me metí en el catre y me quede sobao y a eso de las diez me llama mi duenda pá que baje a poner la mesa.

-Duenda mía como estoy ¡Veinte pinos voy a poner! –A las diez en la cama estés y si es antes mejor que dimpues.

-¡Chacho, huevón! Es que no t´acuerdas que es Nochegüena. Anda y levántate que ya´stamos tos.

-¿Tos? ¿Qué tos? ¿Pos no íbamos a estar solos con la mama?

Pá que preguntare si en esta seta mandan tos más que Pionono en el vaticano y a mí no se me tie en cuenta ná mas que pá entrabajar. El caso es que baje con un ojo entornao y el otro lagañoso, me senté en la mesa y lo que vi tenía menos desperdicio que las pelotas que me hubía comío horicas antes.

Al fondo mi duende suegro, que sá teñio el pelo más negro cun cerote y paecia qu´enllevaba encasquetas las pelucas de los pinipón. Enfrente la Chin Lu, con dos coletas empinás rosa fusforito, una diadema con una gata en celo que parpadeaba con luces y maullaba cuando se movía p´aquí y p´alla y un traje d´escocesa picarona. Al lao el guachico morenico de la cubana jaquetona cosio a lamparones. Ya lán salió las palas y si sigue asín lo van a contratar pá picar los billetes en la Renfe, ¡cucha! si no al tiempo.



En el centro, juaneandose y pá que se le viera bien estaba la meabonico de mi cuñá duenda con el mesmo abrigón de oso polar del año pasao, que bien le va a sacar el pringue, casta pá bañarse en el charco el zorro este verano se lo enllevo puesto.  Enfrente, espatarragao, el fastanma de mi cuñao  licinciandole a mi duende suegro como se llamaba el tinte que se hubía echao p´agenciarselo él, ¡que yo no sé donde coñio se lo va a echar!, como no sea en los pelos del culo porque, como ya he dicho munchas veces tie la perilla en la frente, ¡ni mas, ni menos! D´echo  las luces del gatico de la Chin Lu se le reflejaban en la cocorota y paécia que to el rato daba el intermitente pá girar a la derecha. Al lao su hija la Visalmo, Visi pá los amigos, este año sin ennoviajar, pero como siempre, con mas tonterías que´l mueble del comedor y mi otro sobrino que es más malo cun dolor de muelas esfalijando  la lumbre con mixtos peorros, con una chupa y tres pendientes en la oreja, uno en la napia y a to esto sin tomar ni aun la comunión.


El ovejo el Pascualón mas empanao que de costumbre y una bufanda que le tapaba toa la cara, el pecho y los tubillos.
L´abedul de mi duenda suegra a su lao, con el traje de manola peineta incluida, que dende que mi tío duende Manolo s´enmamoro d´ella vestía asín, en toas las grandes ocasiones se lo capuza y el susodicho haciendo pose con un trabuco que se trajo de su viaje a las Yeclas y un sombrero vaquero a lo Clin Isgus que el sabrá porque lo llevaba.
                               



La mama con un mandil d´esos que llevan las tetas dibujas y hasta el chumino con pelambrera y el papa, ¡Ay mi papa! Eso era pá verlo no pá contarlo. Cuando mi mama me dijo qu´estaba pitopausico y que le hubía dao por ecuchar a la Camela no m´imaginaba yo esto. ¡El papa era un cuadro astracto, no sabría por ande empezar! El pelo apermanentao a lo afro-disio, que fue  un tonteras al que le dijeron, ¡mete los deos al enchufe Afrodisio  y veras que bonico quedas! y asín se quedo, chumarrasqueao pero con un pelo envidiable. ¡Ca! El rumboso del papa con  la barba chivo y el bigotón como los zagaluchos modelnos de ahora, gafas de sol de aviador, el traje de Elvis con un gorrico de papa Noel en lo alto arriba el pelo y los zapatos de chúpame la punta… eso era un poema.



Mire a mi duenda que m´estaba ejando una manzanilla con cara de no saber si cantar la marimorena o una samba carnavalesca y la pobretica se encogió de hombros. Salí de mi pasmo cuando al papa le dio por espuntar.

-Tú, la querindonga de mi cosuegro !chacha! que digo yo que estas mu pajiza que eso va a ser que no cagas.

Mi mama vino con su mandil fasion y le soltó un manotazo que se le cayeron las gafas de aviador encima de una gamba cabezona, que paecia una guiri tomando el sol en los Benidores.

-¡Pos no ves que es china capuchina so melón! Tu sí que ties que cagar a ver si se te pasa la tontasca. ¡Ay camelón! Que me ties aburría con la camela de los huevos, ¿qué te habrá dao a ti pá ecuchar a la Camela? ¡Será que son bonicas las canciones! to el día con el ensueño contigo en la boca, tanto ensoñar y ensoñar, que ande este el Nino bravo y el Camilo sesto que se quiten toas las camelas d´en medio.


Mi sobrino el macarra que llevaba un móvil virlao le dio por poner rumbas y al son de los Chunguitos se levanto toa la mesa a bailar y a mí que la manzanilla ya m´estaba haciendo efecto me dio por tirarme buenos y sonoros peancanos y entre risa y risa tos pasamos la nochegüena mas güena de las que recuerdo.


Pero entoavia me pregunto si ¿Realmente era mi familia, me la hubían cambiao o, era to un ensueño de los Serrano?

EL DUENDE