viernes, 21 de diciembre de 2012

LA FIN DEL MUNDO




Los Mayas (ahora los llaman las nenicas “legins”) ese pueblo con esa cultura sobrenatural y etaterrestre, pridijeron la fin del mundo pá hoy viernes y que mala folla tenían los jodios, no se ponen a icir un lunes, no, los huevones te icen un viernes pá fastidiar la fin de semana y encima en Navidá, pá que no te comas ni un triste trocico de turrón, ni tengas la rimota posibilidá de que te toque el gordo.


Hay tanta gente ilusioná con la fin del mundo que a mi parecer si eso no ocurre les van a dar un dijusto que pá que.

Mia tó es ponerse, ahora, ya no sé quien se encargara del acto, si la hacen en el pueblo, que no lo tengo yo mú claro, no podrá faltar el cura pá echar el agua bendita y el ancalde pá cortar la cinta con la banderica española, eso sí, no pué faltar  la banda de música tocando Paquito el chocolatero y la reina de las fiestas vendrá a ofrecernos unos sequillicos y entre risas y mocaeras el bausán de turno pegara un petardazo que nos acojanaremos tós.



Yo tengo calculao que si el horario de la fin del mundo es a las doce de la madruga, el acto se celebrara cerca la una, ya se sabe que estos preparativos tan llamativos traen muncha cola y manque quieras que tó salga bien y puntual, siempre pasa algo que te lo impide, como estar echándote un domino en el bar y que te ahorquen el seis doble o tamién llamao la caja la coca cola, requemarte y querer la rivancha.
 O que no sepas que ponerte pá la ocasión, claro como es la primera vez que pasa no sabemos si va a llover, nevar o de repente hará un sol que tetorras.



El condumio  no pué faltar, eso de que te pille la fin del mundo con la panza vacía no tie gracia y que menos que unas empanas y un chatico vino por lo que pueda venir.
Se yo que abra más de un zanguango que quiera llevarse al huerto a la pirindola de turno y que con la tontasca de que no quiere irse pál mas allá sin estrenarse, manque tenga más ruido que el chicharra, le recalcara el hornazo a ella y a su prima si se le pone a huevo.



Cuando llegue el tan esparao momento, yo me iré a mear a un ribazo, sonara un trueno, tós nos volveremos a mirar a mi duenda suegra por si ha sio ella, se abrirá, con un luz que nos dejara cegatos, una brecha en el cielo, aparecerá en letras bien grandes BEBA COCACOLA y un señor con barbas, jorobao, bizco, cojo y manco nos dirá con voz de borracho y señalando al Pascualon, Apaga y vámonos.


LA FIN.

EL DUENDE.





lunes, 29 de octubre de 2012

PÁ TOSANTOS HABAS PLANTO Y EL JODIO QUE LO DECIA YA LAS TENIA CRECIAS.




¡Pero qué moda nueva es esa de llamar a tosantos jaloguin, Coñio! si mi bisagüelo duende levantara la caeza aparte de darse un buen meneo con la tapa lo primero que haría sería coger a los zanguangos de turno y explicarles uno a uno que aquí la tradición es dacordarse, de honrar y rispetar la mimoria de los difuntos, manque claro algún chichipán sacordaría con la charla de los muertos de mi bisagüelo. Porque ahora ya no hay respeto por las canas, ni por los años y entre los duenecillos ya ni por los siglos.

El otro día estaba yo tan feliz asandome un moniato en la lumbre y me viene el zurrón de mi sobrino duende con una careta de mostrou y una calabaza con la cara de mi duenda suegra cuando esta estriñia y me suelta el mariconazo.


-Truco o trato o te tiro un huevo en la fachá de la setica.

- Si ves que me levanto y me quito la zapatilla, te voy a poner el culo como un mandril, ¡tonto laba!, veste a darle el follón a tu mare duenda, ¡trucotrato de los cojones!, tendrá el zagalico narices a tirarme un huevo a mí, será emposible esto. ¡Tontascas las justas!.

Pos me lo tiro, ¡vaya si me lo tiro!, una peste a corrompio, será ejraciao el nenico mono de los huevos y nunca mejior dicho. Ea y lo gracioso eque encima se ríen en tu cara, un chirlazo bien dao y a tiempo como ice mi pare duende y santas pascuas. Manque claro, tu ponte tonto con lo de los guantazos que ahora por un quítame de ahí esas pajas te llevan al talego como al Lute.
 Quita, quita Margarita mejior llevarlo al sicólogo que te saque los cuartos por decirte que a tu duenecillo le falta atención. ¡Atención en cómodos plazos de tabanazo por semana!, asín nos han educao a tós los duenecillos y que yo sepa nenguno le hemos faltao al respeto a nuestros mayores. Mi pare era mirarme de reojo y no me canteaba de la silla y mi mare era decirme “amos de visita, como vea yo que das el follón o pides algo, cuando llegue a casa te leo la cartilla”,  que no era otra cosa que pegarte un sopapo. Claro te ofrecían sequillicos y tu manque tuvieras más hambre que los pavos de Doña Julia rechazabas el condumio.

Y aquellos maestros que a la mas mínima agarraban la palmeta y te ejaban la mano gorda y  tan  dormía que no podías hacerte una manola en dos semanas. ¡Pos si te ibas a levantar del pupitre sin permiso del maestro!, te pegaba un pescozón que te hacían palmas las orejas. Yo no es que sea partidiario de “la letra con sangre entra”, pero que esto ya sá desmadrao, pos si, y que a más de un mindango le hacía falta un buen meneo, pos tanmién.

Ahora con el jaloguin, los sanguíches, las jamburguesas y toas esas americanadas estamos perdiendo la manera tan bonica de llamar a las cosas por su nombre. Un bocadillo de jamón siempre será un bocadillo de a palmo de jamón, manque el pan sea más blando que el pellejo la uva.

Lo dicho, pá tosantos abríguense bien con la pelliza, visiten a sus difuntos, sean güenos y no den ijustos.

EL DUENDE




lunes, 1 de octubre de 2012

!! NOS VEMOS PÁ LA MENDIMIA !!




Eso le dije al cornuo de mi primo peñazo Faustino Tino, el limpialacena que me dejo tiritando la setica, pero no se la visto el pelo por ningún ribazo al mariconazo, claro no me puedo cagar en él, porque hasta sin bacín me dejo el ejaraciao.

Como tós los años nos amos a mendimiar el terraje que abancalo mi bisagüelo duende con su unicornio y mia que nos cuesta arrincar, pero una vez que nos montamos tos los duenecillos en el carro con una buena gachamiguica con orugas en el cuerpo, ya no hay quien nos pare, ni los témpanos helaos, ni los ardachos del camino.


A nusotros nos viene bien, mia tú por ande que como semos pequeñicos nos llegan las cepas por la caeza y no nos dan riñonas como a ustedes los humanos.

Mi duenda suegra llevaba ya una semana con atranque y a media mendimia le dio por cagar, se agachapo detrás de un risco y allí soltó lo de la semana y lo del mes, pero el zurrón de peos se cago en el zagalejo y no veía la ñorda por ningún lao y claro con la preocupación encima nos vino a contarnos la pasá.

 –Coñio – le dije yo- Usted busque que la pestuza esta y si hay bada, hay ñorda.

Dimpues de atiforrarnos las patatas en caldo que nos guiso la guarda casera elfa, en el sestero de la tarde con tó el asorratao, cuando eso olía a perro muerto, descubrimos el pastel, poco le falto pá hacerle un altar cuando la vio. Nunca un zurullo había sio tan buscao y tan aplaudío como aquel.



Aluego a la noche, manque estemos tós arcansinaos, nuestra tracamundana no nos la quita nadie, si es lo mejor que tiene la mendimia. La compaña cantando y bailando, la bota el vino corriendo de mano en mano, las patatas fritas a pelotón, que mia que están buenas las jodias y los mantecaos de aceite. El tío duende Manolo tocando la zaranda y el amencio del Pascualón, que el atontolao no sabrá hacer otra cosa, pero ha nació pá la pisa, rascando la botella de anís. Los mergos de la malcasa duenda Pepa que se afinco en el pueblo hace años, bailando apretaos con mi sobrina duenda la Visalmo (Visi pá los amigos y arrejuntaos) que se ha separao del guarro de su novio elfo. Hasta que llega el ambustias de turno, le pega un alborgonazo al candil y tos a dormir.



En las noches de mendimia hace rasca pero yo procuro aburujonarme bien al orico de mi duenda y antes de que me diga “veste páya que me das calentor” la sorprendo con un ababol colorao reventón que se le caen los palos del sombrajo. Paece que he acertao y esa noche manque paezca una regartija con el rabo cortao, le endiño mi amor por los cuatro costaos de su cuerpo serrano. Menos mal que la mendimia tiene sus cosas güenas y por lo menos un piacico de encariñamiento he tenio este año, veremos a ver que no depara la mendimia del año que viene.

 EL DUENDE.





martes, 11 de septiembre de 2012

YA SE VAN LOS LIMPIALACENAS !OIGA Y QUE VAYAN LIGERICOS!






¡Los limpialacenas! Esos parientes lejanos que sacuerdan de tu persona cuando llega el veranico y entonces te vienen a visitar, con una alegría chacho, que paece que duermas con ellos tól año en el minmo colchón. Un encariñamiento, unos arepretujones, unos besos babosos, los bolsillos entaratañaos y sin una mala perra gorda.

Este año nos ha visitao el viejarrancano del duende Faustino, un primo peñazo de mi pare duende que se quedo tiniente con un mal follonazo de su exparienta duenda “la asorrata”, y se trajo consigo una morenaza jaquetona con un par de agarraderas, que ríete tu del botijo orejón de mi tío duende Manolo. Al tontaina del Pascualón le dieron dos vueltas de campana los baleos cuando la vio y a mí  me levanto el…animo de una manera impezonante.

El zurrón de mi duenda suegra que está mu desanchá la señorona, les hizo pasar a mi setica y yo que creía que no iba a cargar ya con una maleta hasta el año que viene, pos toma seis maletones más y un pañuelico tienda. ¡Que llevaría la tía pendona en su maleta que pesaba como un templo!, oler no olía a muerto, pero yo hubiera jurao que llevaba en ella a “la asorrata” corta a trocicos. A mí eso me se quedo clavao, yo tenía que enterarme de lo que llevaba, porque una chavala asín con un canco como el duende Faustino, que ahora le gustaba, ya ves a la vejez tostones, que le llamaran Tino, me paecía mú raro.

Mi duenda suegra tiro la seta por la ventana, venga perniles, venga quesos, chorizo, vino y puso la mesa que paecía una boda, ¡no le gusta destacar ni ná a Doña coliflor!


Pos haya que vamos tos y nos sentamos pá cenar y aquí la Mari Pepa me se sentó enfrente con toa la pechuga al aire y aprovechando que mi duenda se hubia ido al amasador me empezó a meter pie por debajo de la mesa camilla. Pero ¡ay periñan! cuando llego a las partes blandas que por aquel entonces ya estaban más duras que el cocote Cristo, pegue una surtía con tan mal tino, que al Faustino Tino le puse el potaje de sombrero. ¡Chacho la que la lie!, mi duenda suegra me empezó a chillar y yo con la cosa más tiesa que un ajo, al volverme, con el rabo, tire la jarra del vinico que hubía traído mi duenda, también, con tan mal tino que fue a parar al escote de la Mari Pepa de mis amores. Toma blusica moja, toma pezones al viento, ¡toma leñazo de mi duenda!


Dimpues de la meloná me toco dormir en el sufa, con un calentón de tres al cuarto y con un comecome con la dichosa maleta que, disinquieto, me levante a licinciar lo que llevaba dentro y en esas que me encuentro a la zopenco con un salto de cama de ¿periquín ves al padre? en medio del pasillo. 


!Me cagüen¡, me sabalanzo y me puso las tetas en toa la cara, empezó a chuparrajearme tó el cuello que me lo dejo sin roña, me dio besos hasta en el carné de identidad y cuando echo mano al manubrio oigo que me tosen en la oreja ¡coñio mi duenda suegra! los gritos se oyeron hasta en la Alquería, se levanto el Faustino Tino, mi duenda y medio vecindario.

 -Chacho, primo Faustino Tino  – les dije-  ¿pero es que no os quedáis pá vendimiar?

Y sin mediar palabra salieron de raspa de mi setica,  eso sí, con las banastas llenas de jamones, quesos, vinicos, chorizos y un marco de plata, la cubertería del ajuar de la yaya duenda, la zafa de mi duenda, el orinal que le regale a mi duenda suegra por la Navidad, dos mantelerías bordás y un sinfín de cosas que estaba guardando yo pá la herencia de mis futuros duenecillos.
¡Si hubía sabió yo esto como es capaz!

Mia tu por ande y de mala manera, un día dimpues mentere yo pá que quería la pájara las maleticas del copón, pá limpiarnos de una viajá no solo la lacena, si no la setica al completo.
Los martingalas hubian echo de las suyas con varios parientes y  haya que se fueron con tres quilos más en la panza, el caracolico arranao y los faros luciérnaga altos, muy altos del peso que llevaban.


Dimpues de dos collejas y un sopapo mi duenda me perdono la fichoría y volví a dormir en mi catre. Eso sí, la Mari Pepa se llevo muncho, pero con las prisas se dejo el salto de cama de periquín y aunque me cueste, que me costara, yo se lo tengo que ver puesto a mi duenda, que es la que de verdad, de verdad, me calienta el pescuezo, la cama y la vida.


EL DUENDE







miércoles, 25 de julio de 2012

DIARIO DE UNAS JODIAS VACACIONES





Que ganicas tenia ya de que llegaran las dichosas vacaciones. Esa baca cargá hasta los topes con las sillas de la playa, la mesa, la sombrilla, la nevera, quince maletas abarrotas de cosas imprescendibles como la rebeca, manque vayas al mismisimo Caribe, medio frigo tuyo y medio de la vecina. La duenda suegra con la banasta oliendo a pescaó, porque ice que si lo ejaba sechaba a perder. Mi duenda con la tortilla de patatas en el alda, mi cuñao el fastanma dandome endicaciones tó el rato, porque lleva el gepese. Manolico Escobar haciendonos compaña con su marecica Maria del Carmen, el zagal de mi cuñá duenda gomitando tó el camino, tres alábegas y un geranio, la calor, el canario, las plumas del canario, ¡su puta madre!.


El atasco de las nueve de la mañana, el de las doce, paraica a comer y a mear. Comemos, el cernacho mi sobrino duende cuatro chambis y una capacica, los demas mirando, nos traen “la dolorosa” y a pagar el tuerto como tós los años.
Seguimos pá lante, más gomitonas, más atascos y por fin a eso de las ocho de la tarde el mar, el maravilloso mar que hace que tó se olvide. ¡Coñio! La duenda suegra se nos ha olvidaó en la ultima galosinera. Coje el caracolico, da la vuelta, atasco, más atasco, me pierdo porque el fastantico gepese de mi cuñao se jode a mitá camino y maparezco en la carretera de Albacete.



 A eso de las doce de la madrugá vemos pasar a mi duenda suegra montá en un ciempíes flechao con unos gipis dandole al fumete, les hacemos el alto, nos sacan el dedo y siguen, más pá lante han quemaó el ciempíes y por fin paran. ¡La duenda suegra ya esta con nosotros y con tu espiritu!. Seguimos con la peste a sardinas, la tortilla se ha revenio y hemos perdio tres maletas por el camino, pero por fin volvemos a ver el mar.

Llegamos, tres horas más páparcar el caracolico y la requetebonica setica con vistas al mar en primera linea de playa, es un güiscano con mas humedad que el casero en vez de pelos en el sobaco tie musgo. Descargo los bartulos, mi cuñao se pierde entre las tapas del bar dabajo y a mi me toca comerme la tortilla revenia con las sardinas prensas en el quicio la puerta. Con más hambre que el que se perdio en una isla macuesto pensando en el canario y soñando con sus parientes los pollos dando vueltas en el asadero.

Dun bocinazo y los morros pringaos de taja melón me dispierta el zangamingo de mi sobrino duende, con los ojos entaratañaos de lagañas me pego el cagachín de mi larga vida, me repizco pero no estoy ensoñando. Mi duenda suegra se ha embutio en un mikini cinco tallas mas pequeño y los mondongos se le esparraman por los laos, me lleva las gafas de buceo, el sombrero cordobes de su viaje a Pamplona (es que ahora venden de tó en tós los laos), los manguitos del Bob esponja y un flotador echo con la rueda dun camión.



 Viendo el panorama me dan ganas de no levantarme,pero de la empresión me da un retortijón y correncia. Dimpues me cargan con la sombrilla, las sillas, la mesa, lo que sobro de tortilla, la nevera y el huevon desanchaó de mi cuñao con un marrocati y el taparrabos floreao de ligón de playa marcando paquete.

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Llegamos a la playa, no tengo donde capuzar la sombrilla, no hemos madrugaó y solo queda sitio haya lantota pegaó al descampao, entre la Sarita Montiel y pepito piscinas, ni una sola jamona a la vista. Con tal panorama me voy pál agua, llego con los pies más quemaos que la moto un gipi y me meto hasta los pelendengues, ¡ojo!, una brujica alimana jaquetona, “vaya par de orejas que tie aquí mi prima”, el avechucho de mi duenda suegra no me quita el ojo de encima, paece que esta en lo jondo y yo desimulando como si no la conociera de ná e intentando ligarme a la moza pechugona, me pego el capuzon por mi padre, por el Pascualón, por el tio duende Manolo y por el tonto la nona que no puso el puñetero letrerico pálvertir que no cubria. Tres dias con los cinco duros pegaos en la frente pál chichon.


Y lo peor es que me bebo medio Mediterraneo y parte del Atlantico, la alimana tronpudica se las ha pirao y mi duenda suegra se ha ido pá lo jondo, se lan desimflao los manguitos y se la pinchao la rueda del camión, lleva un teto al aire y me se esta ahogando. ¡Yo no la conozco de ná, mia a ver si se la traga una ballena y se monta la fiesta con su parienta! De bueno que soy parezco tonto, se me remuerde la concencia y me tiro a salvarla. Tres horas más tarde y pringao hasta las cencerretas de ova llego a la orilla, coñio paece que cuando te metes pá dentro te muevan la playa. No hubiá otro pá hacerle el boca a boca, en fin, no como en tres dias.

La siesta es sagrá, dimpues de cuatro horicas nos vamos pá la feria. Mi duenda se encapricha con una chochona. “Que rica la chochona, que guapa la chochona y su novio el payaso pililón, chin pón”. Y al avión de mi duenda suegra le da por el perrito piloto. “Y a por otro, a por otro, a por otro, perrito piloto, que alegria, que alboroto, otro perrito piloto”. Y yo hasta los mismisimos de la cancioncica. Pero por no oir al duo sacapuntas cualquier cosa.



La escopeta la tienen trucá y se me va el tiro pá la izquierda, odo ni a cosica echa, le pego en el culo a mi cuñao el fastanma que estaba mú feliz porque le hubiá tocaó en “la lata” una batidora multimix. Veste corriendo pá urgencias, ni el perrico, ni la chochona, el matasanos de guardia y mi cuñao que no soltaba la multimix ni pá quejarse. Siete puntos de sotura más tarde y cuatro bocaós a la enfermera nos vamos pá la setica, con la caeza como un bombo de oir los quejios del tonto el haba.


Cenamos tortilla, aun queda, mi cuñao el fastanma utiliza por fin la batidora multimix y le hacen un pure de verduras, prefiero la tortilla revenia, a mi si no dice “muuuu”, no me gusta. A eso de las doce me tumbo en la terracica a tomar el fresco, el caeza buque de mi sobrino duende jugando con una pelotica me rompe el mando la tele, mapaño un mando con el palo la escoba. A la una y media mi duenda suegra se levanta con el camisón por los tubillos, blanco nuclear que paece un visalmo  y me vuelve a pegar el cagachín del dia, me zampa un beso en tó los morros, tres dias más sin comer.

 -Agradecia que esta contigo por haberla salvao.

Me dice mi duenda.


 Yo marrepiento de haberlo echo y macuesto  a dormir, porque mi duenda se ha quemao con el sol, paece una gamba y no quiere ni jugar al teto, ni  arepretujones, ni ná, de ná.

Ensueño que estoy en la playa, hace un sol que “tetorras”, una brujica alimana mabanica, una elfa negrica me da agualimón, dos hadas me dan masajes en los pezuños y cuando una espetacular sirenica me va a dar un beso de tornillo, se ma parece la foca de mi duenda suegra con la lengua como una vibora y las gafas de buceo. Pesadilla, tres horas dispierto sudando como un borracho, oyendo los quejios de mi cuñao, los ronquios de mi duenda suegra, el mosquito de turno y el vecino dando martillazos, que no se que coñio haria el ejraciao a esas horas.

 En fin, hemos liquidaó el primer dia de vacaciones, quedan otros trenta, no se si podre con mis fuerzas o me tendran que llevar en camilla pál pueblo. Si lo se me quedo veraneando en el charco el zorro, con vistas al castillo, que lo han dejao mú majo, porque pá esto del veraneo en familia hay que echarle huevos y los mios se han quedao congelaos esta mañana en la playa.


EL DUENDE.





martes, 17 de julio de 2012

SAN FERMIN Y ! TOMA CHUPINAZO !.




Ahora que llega San Fermín, que el probetico está cada año más encogio, uno de estos lo van a sacar de llavero, pues les voy a contar alguna pasá que otra de las que he vivio en estas fiestas.


Un año a la ejracia de mi duenda suegra la eligieron de reina jaquetona, a ella que ni es campechana y en un leuro no le cogen ni los pámpanos, pues ahí la tenias con la banda que no se la quitaba ni pá cagar, manque claro, cómo no iba salir si en el jurado estaba el elfo chatico Casiano, que ya saben ustedes que se ve menos que una zorra por el culo. La otra, la duenda Usebia, que tie menos luces que un eslabón de madera y el duende Aurelio que es más del campo que los ababoles, le dieron un trozo tortilla y lo convencieron, el caso es que entre los unos y los otros hubieron mas trampas que en una penícula de chinos y a la final gano Doña coliflor.
Mia que iba maja toa vestía de blanco y con el pañuelico moquero colorao al pescuezo, paecia un heladero con paperas.


Ca, yo que desde que mi duende suegro se fugo con la brujica cubana he tenio siempre la esperanza de que se ennoviara y se me largara del güicano, aquel año me se fueron las ilusiones por el retrete, ¡quien iba a cargar con semejante panza balago!, que tie unas manos que paecen los pies de otro, trompalcuza, con mas orejas que caeza y por boca un hachazo mal dao.
La que se escoño por vérselo y lo tenia pelao, ¡tócate el fornel!,que se la llevaron a los toros y sin hacerle caso al Manolico Escobar se me capuzo una minifalda. El toro que tenia mas mierda que el sobaco un chono a media corría vio la pelambrera negra asomándole por la braga faja y se volvió loco,  salto la barrera y se fue derechico hacia ella en plan spucnik, se mascaba la tragedia, hubia más tensión que en el bautizo de un gremlin, pero mi duenda suegra que tie mas cojones que el espartero pego una vileta y lo monto como a los toros del rodeo americano, chacho goce más que un marrano en un legio, el torico pegando embestías y mi duenda suegra chillando.

- Dejanmelo a mi sola que puedo con él. 

Coñio ni los espontáneos, ni los pobres  toreros pudieron con el alimalico que a la final, derrotao, cayó al tendio mugiendo como una vaca.

Eso sí, dimpues meche unos pasodobles con la rebonica de mi duenda y unos apretujones bien daos que si no es porque hubia muncha gente le hubiera hecho un duenecillo allí mismo y eso que la peste a sardinas no ayudaba muncho. Donde este un buen pernil y una butifarra que se quiten tós los pescaos del mundo.

Al que también vi por las fiestas fue al Pascualón, que como ya saben es más pesao que Fernandico que mato el marrano a besos. Me llevaba los aldones sacaos, que tío mas sayón pijo

 -Ande vas Pascualón con la mocarrera colgando, ¡tonto la nona!, míavel si techas una moñona que te quite los palos del sombrajo, huevon.

 El que si se agenció una buena jaquetona fue mi tío duende Manolo. Pues ahí lo tenías dándole unos braguetazos a la zagala que se le ponían los ojos como dos panes de kilo y medio. Se quedo más toca  que el piano de las olallas, ahora que icen que la zopenco ya tenía el rastrojo andao, conqueasiesque mi duende tío Manolo no descubrió las Américas con ella, eso sí, un par de mamellas con los pezones como dos timbres de mansión si se llevo a la boca.


Estas fiestas espero que a mi duenda suegra no le dé por meterse a torera, que al Pascualón por fin le dejen amorrarse al pilón, que mi tío duende Manolo se deje de tontascas y se me emnoviaje con mi duenda suegra y que mi duenda me permita arrepretujarla como nunca lo ha hecho en la vida.

Que no mentere yo que no lo pasan bien en las fiestas y “VIVA SAN FERMIN”.

(Dedicado a la asociación de vecinos del barrio de san Fermín, para que sigan luchando como hasta ahora por conseguir, una de las mejores fiestas de Jumilla)

EL DUENDE.





jueves, 12 de julio de 2012

SAN JUAN JUANAZO HUEVO DURO, BUEN PELOTAZO EN ESE CULO.




Ahora si llega la fiesta de los seres paranormales y no les estoy hablando de la fiesta de mi duenda suegra, manque también.
Llega San Juan y a eso de las doce de la madrugá es cuando nusotros los duenecillos, los cagazurreras de los trolls, los meabonicos de los elfos, las pijoteras de las hadas, las jaquetonas de las brujicas y demás fauna y flora de los campos, bosques y descampaos, salimos a celebrar con ustedes los humanos nuestra fiesta.


Mu abonico, cuando toca la última campaná, tós salimos cagando leches ejando la puerta de barenbar a encontrarnos con algún humano, o humana en el mejor de los casos y espantar en la medía de lo pusible al personal. Porque la tradición ice que a esa hora ustedes nos pueden ver, eso si no están cegarrutos como el duende chato Casiano, en su caso solo nos podrán apreciar.

Mi duende tío Manolo hace ya un siglo que ese día no sale por la puerta de su setica. Un año al huevon le dio por irse a un puticlus, icía que ya que lo pudían ver, que por lo menos le echaran un buen quiqui. La madame de la casa cuando lo vio pensó que era un enano y le ofreció lo que mejor le iba pá sus circunstancias, una enana que paecía el llavero de la Michelin, con una pelambrera en el sobaco que le llegaba a la punta de los pezuños, más fea que pegarle a un pare, con mas mala folla la jodia que cuando lo vio con los calzones bajaos y el zompo más tieso que un ajo le dijo.

–Avel bonico, ponte en jarras.

El tonto el haba que tenía más ganas de fiesta que un andaluz en romería lo hizo y entonces  le dijo la enana puñetera

-Mia por ande ya m´agenciao botijo.



 La moza enana ice mi duende tío que se movía menos que Don Pimpón en una cama belcro, solo movía los palpados pá pestañear y porque se le secaban los ojos, si no ni eso.
Al pobretico de los esfuerzos le dio un tirón que se quedo rengao, lo sacaron del puticlus como si fuera un santo en andas, se les fue la mano a los cuatro borrachos que lo llevaban y lo tiraron escaleras p´bajo haciéndose  una brecha en la caeza. Tres días más tarde se dio cuenta por la picacera, que tenía unas ladillas tan grandes que paecían la caeza del Aurelio, el caezudo del carnaval, no sabía si matarlas o criarlas pá hacer carreras.

Yo por mi parte ese día me lo suelo pasar mú bien, nos damos la libertá mi duenda y yo de hacer lo que nos viene en gana y me gusta ir a pegar cagachines por las casas.
 ¡Pos miavel siascaso lo que chillan los sepias cuando me ven!.

 -Coñio nene ¿has visto que ratón más grande tenemos?, si paece un conejo preñao.

 – Joseico, que me dan muncho miedo las cucarachas, mátala antes de que nos haga cría.

-La madre que pario al mamon de mi mario que se ha ido de viaje y me ha traído un gremlin y lo peor es que tenemos la fregadera goteando…

Un dragón con alas tenía que vel la angustias pá que se le quitaran tó los miedos, ¡cagona!, pero pijo que yo no soy el Becan pero un buen revolcón tengo.

 Mi duenda suegra sí que da miedo ¡chacho!, un año pá San Juan le hicieron el casting de “la zagala del exorcista”, del susto se murió el cámara, tres infartos y dos cagaleras de las de gotele, al apuntaor toavía lo tienen ingresao en el Palmar.



Mi duenda ice que tós los años va a la mismica casa, que a mí eso me tie mosqueao, que aquí unicornios solo el de mi agüelo duende, que lo llevaba pá labrar, más no consiento. Me ice que es pos que la tratan bien y le dan cosicas güenas, pero a mi setica nunca a traio ningún pernil ni ná de eso y la verdad que tengo la mosca detrás de la oreja. Este año la voy a seguir a vel qué tipo de gente vive en esa casa y espero que no sea un puticlus, porque no estoy yo ni pá torear ladillas, ni pá que me toreen a mí.

EL DUENDE.