jueves, 12 de julio de 2012

SAN JUAN JUANAZO HUEVO DURO, BUEN PELOTAZO EN ESE CULO.




Ahora si llega la fiesta de los seres paranormales y no les estoy hablando de la fiesta de mi duenda suegra, manque también.
Llega San Juan y a eso de las doce de la madrugá es cuando nusotros los duenecillos, los cagazurreras de los trolls, los meabonicos de los elfos, las pijoteras de las hadas, las jaquetonas de las brujicas y demás fauna y flora de los campos, bosques y descampaos, salimos a celebrar con ustedes los humanos nuestra fiesta.


Mu abonico, cuando toca la última campaná, tós salimos cagando leches ejando la puerta de barenbar a encontrarnos con algún humano, o humana en el mejor de los casos y espantar en la medía de lo pusible al personal. Porque la tradición ice que a esa hora ustedes nos pueden ver, eso si no están cegarrutos como el duende chato Casiano, en su caso solo nos podrán apreciar.

Mi duende tío Manolo hace ya un siglo que ese día no sale por la puerta de su setica. Un año al huevon le dio por irse a un puticlus, icía que ya que lo pudían ver, que por lo menos le echaran un buen quiqui. La madame de la casa cuando lo vio pensó que era un enano y le ofreció lo que mejor le iba pá sus circunstancias, una enana que paecía el llavero de la Michelin, con una pelambrera en el sobaco que le llegaba a la punta de los pezuños, más fea que pegarle a un pare, con mas mala folla la jodia que cuando lo vio con los calzones bajaos y el zompo más tieso que un ajo le dijo.

–Avel bonico, ponte en jarras.

El tonto el haba que tenía más ganas de fiesta que un andaluz en romería lo hizo y entonces  le dijo la enana puñetera

-Mia por ande ya m´agenciao botijo.



 La moza enana ice mi duende tío que se movía menos que Don Pimpón en una cama belcro, solo movía los palpados pá pestañear y porque se le secaban los ojos, si no ni eso.
Al pobretico de los esfuerzos le dio un tirón que se quedo rengao, lo sacaron del puticlus como si fuera un santo en andas, se les fue la mano a los cuatro borrachos que lo llevaban y lo tiraron escaleras p´bajo haciéndose  una brecha en la caeza. Tres días más tarde se dio cuenta por la picacera, que tenía unas ladillas tan grandes que paecían la caeza del Aurelio, el caezudo del carnaval, no sabía si matarlas o criarlas pá hacer carreras.

Yo por mi parte ese día me lo suelo pasar mú bien, nos damos la libertá mi duenda y yo de hacer lo que nos viene en gana y me gusta ir a pegar cagachines por las casas.
 ¡Pos miavel siascaso lo que chillan los sepias cuando me ven!.

 -Coñio nene ¿has visto que ratón más grande tenemos?, si paece un conejo preñao.

 – Joseico, que me dan muncho miedo las cucarachas, mátala antes de que nos haga cría.

-La madre que pario al mamon de mi mario que se ha ido de viaje y me ha traído un gremlin y lo peor es que tenemos la fregadera goteando…

Un dragón con alas tenía que vel la angustias pá que se le quitaran tó los miedos, ¡cagona!, pero pijo que yo no soy el Becan pero un buen revolcón tengo.

 Mi duenda suegra sí que da miedo ¡chacho!, un año pá San Juan le hicieron el casting de “la zagala del exorcista”, del susto se murió el cámara, tres infartos y dos cagaleras de las de gotele, al apuntaor toavía lo tienen ingresao en el Palmar.



Mi duenda ice que tós los años va a la mismica casa, que a mí eso me tie mosqueao, que aquí unicornios solo el de mi agüelo duende, que lo llevaba pá labrar, más no consiento. Me ice que es pos que la tratan bien y le dan cosicas güenas, pero a mi setica nunca a traio ningún pernil ni ná de eso y la verdad que tengo la mosca detrás de la oreja. Este año la voy a seguir a vel qué tipo de gente vive en esa casa y espero que no sea un puticlus, porque no estoy yo ni pá torear ladillas, ni pá que me toreen a mí.

EL DUENDE.                



                                     

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