¿Dande s´abran s´acao que las
vacaciones tien que ser tranquilas pá enllegar a tu seta relajao pá to el año?
¡A mi que me lo expliquen coñio!
¡Odo!, que´l primer dia ya la
teníamos monta con el abanto melonero de mi duenda suegra. Y tó pos que a mi duende tio Manolico le dio
por osequiar a su amol con un bañador de aleta, de esos que me llevan las nadaoras
que salen por la duende visión con los culos en pompa y la zurrona se lo capuzo
en la playa del revés y a ver si m´explico pá que ustedes m´entiendan bien, las
tetancanas ombligueras se l´esparamaban
por los laos, con icir que se metió al agua y pesco dos sardinas con los
pezones, ¡ahí es ná ¡
Pos dio lugar, a que nos echaran a escape de
la playa los civilillos dimpues del pifostio que monto la tía zopenco, al darle
una somanta palos con la rueda del trailer que llevaba por flotaor, a un guiri
rojancano que le faltaba ná pá pegar un buen peo, ¡ya ves tú¡ porque el
probetico intento quitarle las sardinas a bocaos, hambruna questaba pasando. El agestao carcamal alego que
con las manos se l´escurrían los pescaos y que tampoco quería él tocar mas
carnuja de la nicesaria. ¡cá!
Entre unas cosas y otras nos
tuvimos que venir p´al pueblo antes y con antes, porque a mi tío duende Manolo
le dio un aciconque al día siguiente. Pos resulta que aquí el salmerón es mu
aprensivo, pero la juerga le gusta más cá un tonto un lápiz y la noche d´autos se lio la
manta a la caeza y me se fue de parranda. Se ligo a una elfa guiri en una guiscano
de bailoteo mu conocio de la costa y se paso la noche baile va, baile viene,
arrima pelendengues y toca pandero y cuando estaba más caliente que el palo un
churrero se la saco pá la calle con idea de terminar la noche en su champiñón/hotel,
en la puerta la intento besar y la guiri cascandole en guiri cerrao le decía.
-Tumorro, tumorro.
Mi duende tío Manolo mosqueao y
mas revolicao cun día d´aire en el pueblo, se metió de nuevo al bar y al de la
barra le pregunto ¿que coñio era tumorro? y este le dijo que, mañana, el inorante
de mi tío le dijo que, ¡que cojones mañana, que mañana no, que la tenía a huevo duro hoy! y que
hiciera el favor de decírselo. Me conto que el pollopera se descojono en su
trompa y con las minmas volvió al ataque. Termino dándole un beso de rosca,
tornillo y arandela y cuando estaban en lo mejor mi duende tío Manolico noto
algo extraño en la boca, pego un lapo y cayeron los dientes postizos de la
guiri. Enllego malo y dando arqueas y me pidió que no le contara la pasá a
naide.
Esta de Dios que las vacaciones
siempre las termine como el rosario de la Aurora y ¡espérate que ahí no acabó
la cosa!
Cuando enllegamos a mi seta vimos
que el portón estaba abierto y pensando que me hubían entrao los cacos m´empecé
a cagar en tos los trolls, en sus hijos y en la mare trolera de tos juntos.
Entoavia me tiemblan los pámpanos del ostión a mano llena, pero de esas merlas
que se cogen dende atrás, de las que hay que tomar correntilla pá que suenen
bien que m´arreo mi señora duenda mare.
-So avión, ¿Asín es como t´enseñao
yo hablar? Si me quito la zapatilla te falta sembrao pá correr, mia tu el zanguango
los ijustos que me da ná mas enllegar, si lo sé no vengo.
Y aunque yo quiera muncho, muncho
a mi marecica duenda en ese momento pensé lo minmo que ella.
¿Pos pá que rehuevos habrá venio ?
EL DUENDE
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