Preparen sus panderetas, la
botellica de anís pá rascarla, la guitarra y las chiranchas. Abróchense los
cintos que vamos a hacer un interesante viaje hacia los más populares
villancicos de tos los tiempos. Si analizamos bien esas letras que nos han
acompañao a lo largo de nuestras vidas descubriremos mensajes de tó, menos
emotivos. Si no me creen miren, miren…comencemos:
“Campana sobre campana y sobre
campana una” comedura y dolor de melondra, échale huevos a ver si adivinas el
poblema “asómate a la ventana y veras al niño en la cuna”!Abonico que poca
estabilidad veo yo ahí como pá que s´asome alguien, eh!
Cucha y si no este. “Hacia Belén
va una burra rin rin, yo me remendaba yo me remendé, yo me hice un remiendo yo
me lo quite, cargada de chocolate”. Hay esta el entringulis de la costión, ¡el
chocolate!, ¡tócate la nona! Pues no icen que el chocolate lo trajo a las
Europas el Colon en uno de sus viajes, no el del ditergente, que os veo venir, si no el marino, que tampoco es el Popeye. Lo
del remiendo y lo del rin rin amos a ejarlo pos son efectos secundarios de lo
que s´estaba fumado el que invento el villancico, que bien pudiera ser el
chocolate del que tanto habla.
Borrachos siempre habio y más de un chatico vino se tuvo que meter
entre pecho y espalda el que escribió
los peces en el rio, esos “que beben y beben y vuelven a beber”, pobreticos
los alimalicos, si no acabaron con un coma etílico o una cirrosis poco les
falto, igual que el del “arre burro arre, anda más deprisa que llegamos tarde”,
¡copón santo! yo del burrico m´acia el sueco y quien tenga prisa que meta
gente.
Y ¿la virgen peinándose con
peines de plata fina? Con esto y con el oro del Baltasar, ahí, ahí, es donde
empezó el imperio de los curas a tomar forma. Porque la carpintería les daba ná
mas que pá comer y a veces ni eso, pero la gente que es mu guasona le cantaban
al José, “A tu puerta hemos llegado cuatrocientos en cuadrilla si quieres que
nos sentemos saca cuatrocientas sillas”, ande vas chacho ¿al ikea? si eso era
un cuchitril, menos mal cun tamborilero le trajo un tambor, ¿Pá qué? Pues pal
cuatrocientos uno que se fue a Sevilla y se quedo sin silla.
Hay un villancico que seguro lo
hizo un jumillanico, pos es alto el grado de licinciaria que se aprecia en sus
letras. “¿Dime niño de que quien eres?” Y bienaventuraos los roñosos que
también fueron de visita a Belén. “Ya viene la vieja con el aguinaldo le parece
mucho le viene quitando”.
Este, este si le gusta al chache.
“Zumba zúmbale al pandero, al pandero y al rabel, toca, toca la zambomba dale
al almirez”. Ahí, ahí con ganas, dale, dale !tócale el culo que es sorda!
Hace algunos añicos que en la fuente la jarra
ician c´abían echao una batería y a mí me da que a este rio también fueron a
dar por saco.” No pidas agua mi vida, no pidas agua mi bien, ole, ole, Holanda
ya se ve. Que los ríos vienen turbios y no se pueden beber, ole, ole, Holanda
ya se ve”. ¡Ssshhh ojico y no bebáis agua holandesa que a saber c´an podio
echar ahí!
“La Nochegüena se viene, la Nochegüena
se va y nosotros nos iremos y no
volveremos mas”, ¡tócate los cojones!, fomentando el espíritu navideño. Pero…”canta
ríe y bebe, que hoy es Nochegüena y en estos momentos no hay que tener pena”, ¡manque
se te vaya pal otro barrio la duenda suegra!
EL DUENDE